- martes, 29 de abril de 2025
- Actualizado 18:25
Llegada una nueva reforma fiscal al Parlamento de Navarra, resulta que a ninguno de los miembros del cuatripartito que gobierna Navarra -y que ha traído esta reforma- les gusta ¿Entonces? ¿Para qué la traen? Es el vivo ejemplo de la parálisis que sufre una administración cuándo hay que contentar a tanta gente y tan diversa, que al final no se contenta a nadie y lo pagan los de siempre.
En unos momentos difíciles para todos, en los que la prudencia y el sosiego deberían ser el denominador común de toda la clase política, en Navarra opina hasta el apuntador sin tener el más mínimo respeto por el estado de derecho que nos ampara al conjunto de la ciudadanía. Una imprudencia a sabiendas e interesada.