La compañía defiende que el proyecto minero, con una inversión de 150 millones y hasta 7.000 empleos previstos, es clave para el futuro de Navarra y mantiene su hoja de ruta.
La salida de China Minmetals del proyecto supone un duro golpe para Navarra, por la pérdida de inversión y la puesta en riesgo de la creación de 800 puestos de trabajo.