El guión de la última visita de la temporada a Madrid, y la despedida para siempre del estadio del Atlético, se saldó con un baño de realidad en el que las carencias se impusieron al corazón
Aprovechando la visita de Osasuna a Madrid, he venido a despedirme del estadio Vicente Calderón. Uno de los lugares donde más feliz y más he sufrido con mi equipo, Osasuna.
La primera victoria en casa fue celebrada de principio a fin igual que un título. El fútbol le debía una a El Sadar y en el partido 31 de Liga se la pagó con el segundo triunfo consecutivo, tercero de la temporada.
Siovas adelantó a los madrileños en la primera parte, pero los de Vasiljevic le han dado la vuelta al resultado y consiguen la segunda victoria consecutiva.
Victoria importante desde el punto de vista anímico, entre otras cosas porque el conjunto navarro ya no será el peor de la Liga al superar los 13 puntos del Sporting en 1997-98.