Fue un 7 de marzo de 1948 cuando en el piso superior del bar Ginés, ubicado en lo que hoy es la plaza del Vínculo, se fundaba el Club Taurino de Pamplona. De esa fecha hace 75 años: las bodas de diamente de un club con arraigo en la capital y con el mundo del toro por afición común.
Desde entonces ha llovido mucho, la tauromaquia ha tenido sus altibajos a lo largo de estos 75 años, pero ha llegado a nuestros días con un buen puñado de aficionados en la capital navarra dando soporte a un arte con muchos siglos de vida a sus espaldas.
El Club Taurino de Pamplona lo componen en la actualidad 150 socios más una cartera de 20 jóvenes aspirantes. No se trata de ningún período de prueba, sino más bien de carencia, puesto que la única diferencia entre el aspirante y los socios es que no pagan cuotas. Tal y como explica el actual presidente, José María Sevilla, se trata de una medida "para incentivar la afición taurina entre los más jóvenes, que no siempre tienen el bolsillo muy boyante".
Así, cada socio paga una cuota anual de 172 euros, que se pasa en dos recibos de 86 cada seis meses. Los socios menores de 25 años no pagan, y por eso les llaman "aspirantes", y desde los 25 hasta los 30 años pagan la mitad de la cuota, es decir 86 euros en dos pagos de 43.
En voz del presidente, el Club Taurino no es más que un lugar de encuentro para aficionados en el que comparten su afición. Disponen de un magnífico local en los bajos y planta sótano del edificio ubicado en el número 5 de la calle Arrieta. Se trata de un local en propiedad adquirido en 2001 y estrenado en vísperas de los Sanfermines de ese año.
Antes, el club pasó por diferentes sedes. De la fundacional casa en el bar Ginés, de la que se guardan recortes de prensa de la época, se pasó al número 18 de la Plaza del Castillo, edificio que ocupaba entonces el célebre Hotel Quintana, el edificio que en la actualidad ocupa en sus bajos el bar Txoko y el Torreón del Castillo. Entre 1959 y 1961 tuvieron su sede en el desaparecido Café Torino (al que Hemingway en Fiesta denominaba Milano), también en la Plaza del Castillo, hasta que pudieron alquilar una nueva sede junto al pasadizo de la Jacoba, en un primer piso. Allí permanecieron 40 años, hasta qen en 2001 se liaron la manta a la cabeza y compraron la actual sede social en propiedad.
"Eran tiempos de bonanza", relata Sevilla, quien apunta que en aquellos años "éramos más de 400 socios y nos lo pudimos permitir". Hoy en día siguen pagando la hipoteca, aunque buena parte de los ingresos que obtienen no proceda de las cuotas de los socios, sino del arrendamiento del bar de la planta baja.
El presidente considera que "en los últimos años se ha perdido mucha afición en la sociedad en general, aunque es verdad que se ha ganado en calidad". Se refiera a que lugares como el Club Taurino "son un punto de encuentro de aficionados. Aquí siempre vas a encontrar alguien con quien intercambiar criterios y puntos de vista sobre determinado torero, encaste, plaza o acontecimiento". Y es que el club es precisamente eso: "Compartir una afición y convertirla en una relación de amistad".
Es, pues, un punto de encuentro en el que los socios participan de las corridas televisadas. Disponen de un gran salón con una pantalla gigante en torno a la que se reúnen en temporada cada tarde. "Casi todos tenemos en casa el canal de pago de toros, que por cierto, estamos muy espectantes con el nuevo canal, pero muchos preferimos venir a ver las corridas aquí y verlas juntos".
La afición a los toros les lleva también a organizar diferentes viajes para conocer nuevas ferias o seguir a determinados matadores. "Antiguamente bajábamos todos los años a Las Ventas y a la Maestranza, pero aquellos viajes se suspendieron porque dejaron de llenarse los autobuses, así que ahora, aunque hay socios que bajan a Madrid y Sevilla por sus medios, los viajes que organizamos son más cerca y más económicos. Este marzo estaremos en la Feria del Zapato de Plata de Arnedo, e iremos en mayo a San Agustín de Guadalix, en Madrid, donde hay un par de corridas muy interesantes, una de ellas de la casta navarra de la ganadería de Reta".
En este año del 75 aniversario, el Club Taurino tiene programados muchos más actos y eventos. A la vida social diaria y a las actividades clásicas, como es su campeonato de Mus, la comida anual de socios, y las habituales salidas a tentaderos o ferias, o la edición de una revista propia, se han programado una serie de charlas a lo largo de todo el mes de marzo. "Cuando no es temporada de corridas, solemos buscar actividades alternativas, y tradicionalmente solemos utilizar el mes de marzo para hacer ciclos de conferencias y charlas", explica el presidente.
Pero en este año especial, en lugar de una charla semanal, se ha preparado un interesantísimo ciclo de conferencias en el que van a participar "práctimcamente todos los actores del mundo de la tauromaquia". Escritores, periodistas, ganaderos y mayorales, ganaderías, encastes, apoderados, y sobre todo, toreros, participarán a lo largo de todo el mes en diferentes charlas y conferencias.
Destaca la presencia del matador navarro Francisco Expósito, que tomó la alternativa esta pasada temporada en Sangüesa, y otros como Rafael Rubio 'Rafaelillo', que sufrió una escalofriante cogida en Pamplona en los Sanfermines de 2019, Saúl Jiménez Fortés o Álvaro de la Calle. "Este mes de marzo se nos va a hacer mucho más corto con estas charlas" y, por supuesto, "la espera hasta San Fermín y las ferias taurinas de los pueblos de Navarra se nos va a hacer más corta".
