• miércoles, 17 de septiembre de 2025
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Opinión

La asombrosa actitud del inefable Spiderman, delegado de Ecología Urbana y Movilidad (observen el detalle de lo de “Movilidad”), frente a la lamentable sucesión de atropellos en Pamplona, alguno de los cuales ha acabado, lamentablemente en el fallecimiento del peatón, está provocando una ola de indignación general entre la ciudadanía.

La serie de opiniones, soluciones y propuestas en la interpretación de determinadas leyes que el denominado proces a través del bloque independentista está ofreciendo a la opinión pública son un auténtico dislate, y una vulgar mofa del ordenamiento jurídico.

Un edificio en el Casco Antiguo, un chalé en la Cuesta de Labrit, el intento de disfrutar de una propiedad en pleno Paseo Sarasate… hasta acabar en un Palacio Barroco. Hay que reconocer que, de okupas, en Pamplona podemos presumir. Hay nivel. 

Una de las mayores ventajas que tiene viajar es poder hablar con gente que poco o nada tiene que ver contigo, se aprende un montón escuchándoles, a veces hasta caes en la cuenta de que no tienes razón.

Hace un par de meses, el exlíder militar bosniocroata Slobodan Praljak se suicido tomándose un chupito de veneno mientras escuchaba cómo el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia confirmaba su condena a 20 años por crímenes de guerra.

Desde el máximo respeto que tengo a los que enfrentan a tal desafío, y más hacia quien no tiene un “tabaco sino un estanco entero”, uno era de aquellos que mencionaba al “Cavallino Rampante” al referirme a ti.

El castellano o español es un lenguaje muy curioso pero rico en significados. Según el contexto en la que se encuentre, una sola palabra puede señalar cosas distintas y por el contrario, varias palabras vienen a significar lo mismo.

Me gustaría no tener que hacer este artículo pero la realidad es así de cruda y no podemos obviar una realidad que se da en nuestra sociedad, estoy hablando del suicidio y en concreto de los suicidios que se producen dentro de los cuerpos de seguridad.

Confieso que aún estoy boquiabierto tras ver cómo una jicha/jitxa del Peneuve viene desde Vizcaya a Pamplona a mearse en nuestras instituciones y la presidenta de Navarra, lejos de afearle el charco de orín que deja en casa ajena, se pone de parte de la meona a echarnos la bronca a los que flipamos.

No creo que les sorprenda si les digo que mis dos noches favoritas del año son dos noches de cinco, enero y julio; víspera de Reyes y víspera de 6 de julio.

Resulta curioso comprobar cómo el nacimiento de Tabarnia, una parida que en principio no tiene más recorrido que el de provocar cierta diarrea mental en sus detractores, ha sacado a relucir las vergüenzas de los portadores de las células madre de la democracia.

Aún recuerdo la primera vez que me regalaron un perro, puedo recordar cada detalle con total claridad, más por lo chocante de la situación que por una privilegiada memoria eidética.

Este final de año se está vengando de la pertinaz sequía de 2017 en forma de pertinaces lluvias. Como ven, lo relevante de cualquier cosilla relacionada con el clima radica en su condición de pertinaz.

El último artículo del año parece que tenga que estar destinado a resumir los mejores momentos del año, o a escribir las propuestas de mejora para el año entrante, y ninguna de las dos cosas me gustan, les explico por qué, y a ver como salimos de esta.

Ah, la vida, ese loco teatro del mundo calderoniano, esas risas, esos llantos, esos dramas, comedias. Esto es espectáculo, que gritaba Robert De Niro cuando interpretó a Jake LaMotta en Toro Salvaje. Hasta que echemos el telón, ¡vivamos!

Feliz 2017. Así me felicitaba Paula las navidades y el año entrante, y lo que empezó como un error acabó en una broma sobre que igual no era tan mala idea repetir el año, empezarlo de nuevo.
 

¿Amabilización? Mire, se lo diré con las palabras de mi recién estrenada biografía: vaya a vender sus neuras a otra parte, aquí estamos servidos.

Cada vez que veo las fotografías que ha mandado el robot Curiosity desde Marte siempre me hago la misma pregunta. ¿Si el ser humano colonizara ese planeta, cuánto tardaría en surgir nacionalistas marcianos?

Es la pregunta del millón, una especie de mantra que se ha extendido como limitador de las posibilidades personales pero, ¿qué es lo que limita? ¿La estructura o la capacidad? Incluso la predisposición me atrevo a decir.

¿El fascismo es de derechas, de izquierdas? Para aquellos que ven el mundo moderno como una reminiscencia de los fascios italianos y sueñen con Franco comiendo fuet, puede que esto les cause una embolia cerebral, mis disculpas por adelantado.

Se trataba un partido de fútbol norteño, en medio del temporal y el barro pero, a diferencia del Oviedo, el equipo de Diego Martínez salió a ejecutar fútbol de salón y así le fue. Tercera derrota consecutiva.

La situación política en Cataluña está para muy pocas bromas. No me preocupa la de aquellos que no respetaron el ordenamiento constitucional al declarar la independencia de Cataluña. Ellos arrostrarán ante los tribunales de justicia los efectos de las responsabilidades que les correspondan.

A falta de sentencia firma debo confesar  que el juicio no me ha sorprendido en exceso. Algo más desprevenido me han encontrado ciertas actitudes y manifestaciones que han acompañado el desarrollo de este proceso tan convulso

Me gusta pensar que la obcecación es algo propio de los malos y la constancia de los buenos, pero al final es el objetivo lo que definirá que es bueno y malo.

Igual que dos malas decisiones no hacen una buena. Esa regla matemática de que dos negativos multiplicados dan positivo no aplica en la vida real, multiplicar dos errores lo único que consigue es un error todavía mayor.

Al club navarro se le juntó todo lo malo. A la consumación del pucherazo electoral unió la incapacidad manifiesta para ganar al Alcorcón. Luis Sabalza y Diego Martínez deben reflexionar seriamente.

Muy fan desde crío de Nina Simone. De hecho siempre está en mis notas para escribir sobre ella pero algo se cuela antes, que es muy Nina también, muy de lo suyo, que algo la deje en segundo plano.​

Qué dos años, dos, os esperan hasta las elecciones, pamplonautas. Vais a ver de todo, atacar naves en llamas más allá de Orión y hasta Rayos-C brillar en la oscuridad cerca del portal de Zumalacárregui.