• martes, 29 de abril de 2025
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Opinión

Aún recuerdo la primera vez que me regalaron un perro, puedo recordar cada detalle con total claridad, más por lo chocante de la situación que por una privilegiada memoria eidética.

Este final de año se está vengando de la pertinaz sequía de 2017 en forma de pertinaces lluvias. Como ven, lo relevante de cualquier cosilla relacionada con el clima radica en su condición de pertinaz.

El último artículo del año parece que tenga que estar destinado a resumir los mejores momentos del año, o a escribir las propuestas de mejora para el año entrante, y ninguna de las dos cosas me gustan, les explico por qué, y a ver como salimos de esta.

Ah, la vida, ese loco teatro del mundo calderoniano, esas risas, esos llantos, esos dramas, comedias. Esto es espectáculo, que gritaba Robert De Niro cuando interpretó a Jake LaMotta en Toro Salvaje. Hasta que echemos el telón, ¡vivamos!

Feliz 2017. Así me felicitaba Paula las navidades y el año entrante, y lo que empezó como un error acabó en una broma sobre que igual no era tan mala idea repetir el año, empezarlo de nuevo.
 

¿Amabilización? Mire, se lo diré con las palabras de mi recién estrenada biografía: vaya a vender sus neuras a otra parte, aquí estamos servidos.

Cada vez que veo las fotografías que ha mandado el robot Curiosity desde Marte siempre me hago la misma pregunta. ¿Si el ser humano colonizara ese planeta, cuánto tardaría en surgir nacionalistas marcianos?

Es la pregunta del millón, una especie de mantra que se ha extendido como limitador de las posibilidades personales pero, ¿qué es lo que limita? ¿La estructura o la capacidad? Incluso la predisposición me atrevo a decir.

¿El fascismo es de derechas, de izquierdas? Para aquellos que ven el mundo moderno como una reminiscencia de los fascios italianos y sueñen con Franco comiendo fuet, puede que esto les cause una embolia cerebral, mis disculpas por adelantado.

Se trataba un partido de fútbol norteño, en medio del temporal y el barro pero, a diferencia del Oviedo, el equipo de Diego Martínez salió a ejecutar fútbol de salón y así le fue. Tercera derrota consecutiva.

La situación política en Cataluña está para muy pocas bromas. No me preocupa la de aquellos que no respetaron el ordenamiento constitucional al declarar la independencia de Cataluña. Ellos arrostrarán ante los tribunales de justicia los efectos de las responsabilidades que les correspondan.

A falta de sentencia firma debo confesar  que el juicio no me ha sorprendido en exceso. Algo más desprevenido me han encontrado ciertas actitudes y manifestaciones que han acompañado el desarrollo de este proceso tan convulso

Me gusta pensar que la obcecación es algo propio de los malos y la constancia de los buenos, pero al final es el objetivo lo que definirá que es bueno y malo.

Igual que dos malas decisiones no hacen una buena. Esa regla matemática de que dos negativos multiplicados dan positivo no aplica en la vida real, multiplicar dos errores lo único que consigue es un error todavía mayor.

Al club navarro se le juntó todo lo malo. A la consumación del pucherazo electoral unió la incapacidad manifiesta para ganar al Alcorcón. Luis Sabalza y Diego Martínez deben reflexionar seriamente.

Muy fan desde crío de Nina Simone. De hecho siempre está en mis notas para escribir sobre ella pero algo se cuela antes, que es muy Nina también, muy de lo suyo, que algo la deje en segundo plano.​

Qué dos años, dos, os esperan hasta las elecciones, pamplonautas. Vais a ver de todo, atacar naves en llamas más allá de Orión y hasta Rayos-C brillar en la oscuridad cerca del portal de Zumalacárregui.

Si este gran maremagnum de idiocia supusiera la revisión exhaustiva del sistema educativo español daría por bueno todo este periodo de sinsentido escolar y universitario.

Osasuna no crea una sola ocasión porque no juega a ganar, da por bueno un punto en su campo ante un rival directo, y no se comporta como el equipo norteño que se le supone por tradición en un partido que lo pedía  a gritos

A ver si llegamos. Ese fue el saludo de mi compañera de asiento en el tren en uno de mis últimos viajes. Y yo que pensaba aprovechar el madrugón para dormir, me quedé con los ojos como el dos de oros todo el viaje.

Tenía previsto escribir de lo de siempre, la actualidad, pero es que ya estoy harto de la actualidad. Iba a decir hasta las pelotas, pero me he cortado porque Ana me afea siempre que me ve que suelte tanto taco escribiendo.

Puigdemont, que no sé si se creía un Jean-Luc Godard trucho creando una neo Nouvelle vague política, va acabar tan mal, pero en plan risas está vez, como Jean-Paul Belmondo en “Al final de la escapada”.

Creía que ya lo había escuchado todo, Otegi hablando de respeto a las personas o Barkos defendiendo la Constitución para aplicar la transitoria cuarta y atacándola para defender la independencia.

Dos veces pisó el área en todo el partido, y ni siquiera una sola vez tiró a puerta. El once de Diego Martínez viajó al Heliodoro a por un punto y es lo que se trajo con trabajo, el acierto del ‘parapenaltis’ Sergio Herrera, y un pelín de suerte.

Se acaba de estrenar la segunda temporada de Stranger Things, ¿la conocen?, si no ya tardan. El título se refiere a una serie de Netflix, no un especial de Ferreras, pero podría.

Les van pillado la matrícula por el mundo a los nacionalismos en general y a los nacionalistas catalanes en particular. Las trolas que llevan contando durante décadas al final les han pasado factura. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.

La discrepancias entre los socios de gobierno son pequeños fuegos de artificio. En lo fundamental están de acuerdo, como en su defensa de la rebeldía del Gobierno catalán frente a la legalidad constitucional