• jueves, 19 de junio de 2025
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Opinión

La incertidumbre política continúa y sin embargo, de momento, el Estado español sigue vendiendo letras a tipos negativos. Parece que la confianza de los inversores en el futuro de España se mantiene, aunque no se sabe por cuánto tiempo. 

Es justo y saludable que los partidos se echen en cara unos a otros los problemas de corrupción de cada cual. Lo que ya no es tan saludable es que lo utilicen como coartada de los casos propios o que comparen de forma ridícula y fraudulenta la importancia de los ajenos con los propios cuando esa comparación da mucha risa.

Otra vez la Mezquita de Córdoba está envuelta en una polémica a mi juicio tan absurda como estéril.

El nuevo secretario general de UGT, Jose María Álvarez ha dejado dicho en una entrevista con El País que ha sentido "catalanofobia" durante los días previos a su elección.

Cándido Méndez ha dejado a la UGT partida en dos, mordida por escandalosos casos de corrupción y en manos de un líder que se alinea con el principal principio del separatismo: el Derecho a Decidir, o sea a votar en un territorio y sin contar con el conjunto de España, la Secesión del mismo.

José María Álvarez, nacido en Asturias, residente en Cataluña y recién elegido secretario general de la UGT, es la prueba andante de que el buey es de donde pace no de donde nace.

Este próximo domingo se cumplirán tres meses desde la celebración de las elecciones generales el 20-D y, como todo el mundo sabe, se llegará a esta fecha del 20-M sin nuevo Presidente del Gobierno y sin expectativas reales de que lo vaya a haber a corto plazo. 

Sabemos que las encuestas y los sondeos mienten, pero no tanto como los votos, como los resultados electorales, generados tantas veces por los ofrecimientos y las promesas de campaña que no han de respetarse ni cumplirse.

Hace unos días, a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, le dio un ardor y se comportó de forma grosera y antidemocrática con dos militares que estaban al frente del stand de las Fuerzas Armadas en la Feria de la Educación para exponer la oferta educativa que llevan a cabo en España.

Polémica, emoción, pasión, ambientazo, arbitraje, sufrimiento, alegrías y buenos detalles. La visita del Alavés estuvo a punto de provocar la mayor decepción, pero dejó los momentos más vivos, el mejor Sadar. No destacó tanto por el juego como por la tensión, la intensidad y… el resultado, festejado con bufandas y la compañía de ‘Rojillo’.

La carta dirigida a Patxi López, negando la existencia de una relación de confianza entre el Gobierno en funciones y el Congreso de los Diputados (y Diputadas),

La verdad es que los políticos españoles y los partidos en los que militan, salidos todos de las urnas, están ofreciendo al ciudadano

Que los sindicatos están, desafortunadamente, de capa caída en España es una obviedad.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a través de twitter, convertido en canal privilegiado para las ocurrencias, sentimientos e información, nos ha hecho saber que los dos militares que educadamente le tendieron la mano para saludarle lo que en realidad hicieron fue cortarle el paso.

La Historia, esquemáticamente representada en sus diversos hitos, está ahí para dos cosas: para ser contada, parece, por los vencedores y para, en su versión más desafortunada, no repetirla. 

EEUU. Demócratas y republicanos forman un tándem político – eso si es bipartidismo y no lo de otros lares- cuya historia se emparenta en perfecta simbiosis con la del propio país.

Turquía no cumple los mínimos requisitos para formar parte de la Unión Europea pero ha lanzado un guante a los dirigentes de la Unión: si quieren que ayude a resolver el problema de los refugiados tienen que darle mas dinero, dar visados a los turcos para ir y venir a su antojo por Europa pero sobre todo acelerar el proceso para su integración en la UE.

Unas horas antes de que la Unión Europa tomara uno de los acuerdos más indignos de su historia -expulsar a Turquía a todos los inmigrantes y solicitantes de asilo, huyan o no de conflictos o persecución-, el escritor italiano Andrea Camilleri hacía un diagnóstico certero de la realidad.

El oxímoron está cuajando como figura retórica entre los políticos españoles. El último en usarlo ha sido el expresidente de la Región de Murcia, el popular Alberto Garre, que ha manifestado que en el PP hay un "clamor silencioso" que pide que Mariano Rajoy "dé un paso atrás por España y por el Partido Popular".

El acuerdo entre Alemania y Turquía para que este país asiático se haga cargo de los refugiados sirios a los que la UE quiere expulsar ignorando el derecho de asilo, amén de ser de dudosa legalidad, moralmente resulta inaceptable.

Con cierta parafernalia, el ex periodista Carles Puigdemont, que ha devenido en molt honorable presidente de la Generalitat de Catalunya, presentó recientemente la que sin duda es su obra magna, un libro que lleva el ingenioso título de 'Cata...¿qué?'. 

Tampoco se está tan mal sin gobierno. La última vez que tuvimos uno, ese cuyo espectro deambula por ahí en funciones, en funciones de espectro, lo pasamos,

Sabemos por su propia declaración que el presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, no va a dejar de encontrarse con Pedro Sánchez,

No nos dejemos engañar, repetir las elecciones no sería un drama. Ni el fracaso del que algunos nos quieren convencer. Antes de forzar coaliciones con programas antagónicos, lo más sensato es volver a preguntar a los españoles.

Los medios de comunicación españoles, y ya no solamente los españoles, las voces procedentes de instituciones, empresas y sociedad civil, son ya un clamor: los partidos políticos de España han de ponerse de acuerdo de manera urgente por el bien del país. 

Lo niegan, pero con la boca pequeña. No hay más que repasar el tono y el verbo desplegado durante las fracasadas sesiones de investidura para saber que PP y Podemos quieren repetir las elecciones. 

El discurso que Rajoy y los suyos vienen repitiendo hasta la saciedad desde la misma noche del 20-D es que ellos han ganado las elecciones al ser la lista más votada y que eso les da derecho a liderar el gobierno.

Me causa cierto aburrimiento acercarme a la política doméstica, de la misma manera que me aburriría bastante acercarme al plan urbanístico de una capital de provincias.

Si el PSOE tiene decidido mantener el acuerdo logrado con Ciudadanos, si Podemos se niega a negociar nada con el PSOE porque se declara incompatible con Ciudadanos, si el PSOE no va a facilitar ni por activa ni por pasiva una hipotética investidura de Mariano Rajoy y Mariano Rajoy tampoco va a facilitar la investidura de Pedro Sánchez, me parece a mi que los partidos deberían de decir claramente que no hay acuerdo posible y no hacer perder mas tiempo a los ciudadanos.

Arnaldo Otegui, el resucitado, nos recuerda desde las primeras páginas de los periódicos que más le valiera a la clase política española ponerse las pilas ante un entorno nacional e internacional cada vez más hostil.

Con Otegui en mis pensamientos, la necesidad ha hecho que escriba mi opinión con mis cristianas posaderas en el trono de mármol Roca.

En febrero de 2015, el Papa Francisco, en un discurso al Pontificio Consejo de Cultura, se mostraba “convencido de la urgencia de ofrecer espacios a la mujer en la vida de la Iglesia” y pedía “una presencia femenina más capilar e incisiva en las comunidades”.

Yo sigo sin ver la solución a la gobernabilidad de España tal y como van las cosas; es verdad que en política quienes se insultan hoy se pueden abrazar mañana,

Séneca dejó escrita en Medea una sentencia para la historia: "cui prodest scelus, is fecit", Más o menos, aquél a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido.

Este martes se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Ahora que se celebran tantos Días Internacionales o nacionales, dedicados a las cuestiones más sorprendentes, incluso peregrinas, éste no debería pasar como uno más. 

España sigue con un Gobierno en funciones, lo cual sería algo indiferente en un país estable pero no en un país social y económicamente convulso.

Osasuna volvió a poner casi todo para ganar, pero el rival supo taparle y encontró la fisura por donde más la buscó, a balón parado, y remató después a contragolpe.

“La historia de Pamplona hay que mandarla a los museos”. Claro, y a los libros, y los ciclos escolares, y a las tertulias de bar. Todo menos olvidarla.