El autor denuncia el señalamiento y la persecución a los jóvenes a través de los botellones y acusa al Gobierno de ir contra sus derechos fundamentales.
Como si se tratara de divinos tratando de ocupar el mejor puesto en el encierro, en la semana del segundo peldaño de la escalera se ha podido asistir a un bochornos enfrentamiento en torno al Chupinazo de los no Sanfermines.