Prácticamente un año han durado las obras de peatonalización de la calle Bosquecillo de Pamplona, que desde este sábado, con su reapertura para peatones y bicicletas, une el Casco Antiguo de la ciudad con los barrios de San Juan e Iturrama. Los miembros de la Comisión de Urbanismo del consistorio la han visitado este viernes para comprobar que todo está a punto para abrirla al tránsito.
La calle Amaya de Pamplona ha estrenado nueva cara con la intervención para ganar espacio para el peatón. El tramo que discurre entre las intersecciones con las calles Emilio Arrieta y Baja de Navarra es ahora semipeatonalizado, con fuertes restricciones al acceso de vehículos. En el tramo entre el Casco Antiguo (entre Cortes de Navarra y calle Emilio Arrieta) se priorizará el transporte público y las zonas de paseo del viandante, acortando además la longitud de los pasos peatonales.
Siempre he creído que la forma en la que uno se acerca a los pasos de cebra es el ejemplo más claro de ver las cosas del color del cristal con el que cada uno mira: no es lo mismo ser conductor que peatón. Y esto se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida, desde las mociones de censura a las evasiones de hacienda.