- jueves, 15 de mayo de 2025
- Actualizado 08:58
Son tiempos extraños donde las modas apenas duran un instante, el tiempo justo en que las televisiones eligen una buena presa, la despellejan convenientemente y luego fijan la mirada certera en otra para entretener al personal. Irene Lozano, una colega a la que yo siempre he respetado y he tenido por una parlamentaria brillante, por encima de la media se ha cambiado de partido ¿y qué?
Por la revuelta interna que se está produciendo en las listas socialistas y en algunas Federaciones de especial peso dentro del partido, es evidente que Pedro Sánchez ha tomado una decisión arriesgada al proponer a la hasta ayer dirigente de UPyD Irene Lozano como número cuatro por Madrid.
Cómo ha cambiado el cuento. Si en los tiempos de Pablo Iglesias (el fundador del socialismo español, cuidado con las comparaciones odiosas), la utopía era la sociedad sin clases, ahora es el reformismo pregonado por Pedro Sánchez como resorte de la campaña electoral a punto de formalizarse con la disolución de la Legislatura.
Dicen los sondeos que los podemitas se han pegado contra los alambres y que Rivera está en un tris de entrar en la liza por la Moncloa. Lo de Iglesias no dejaba de ser previsible porque era bastante obvio que en cuanto empezara a vérseles el pelaje y el personal a pensar que por darle una patada a todo se la acababan por dársela a ellos mismos iban a entrar en caída libre.