El autor compara la bronca de la consejera Induráin a los navarros con las vacaciones de Ramón Alzórriz, secretario de organización del PSN y portavoz del grupo socialista en el parlamento de Navarra.
El socialismo no tiene memoria con sus muertos presentes causados y justificados por sus socios pero nos exige al resto que la tengamos, incluso haciéndonos responsables de ellas, con los de hace tres generaciones.
Sánchez e Iglesias han empezado a fantasear con que sus sueños más húmedos podían hacerse realidad y nos proponen que, como única solución, hay que cambiar de régimen.
Mientras a vosotros os inoculan el odio a España para teneros controlados y entretenidos, ellos y sus hijos, los que os van a mandar en un futuro, y lo que es peor, a los que vais a obedecer con orejeras, la disfrutan.
No te recrean un tiempo que se fue, no te enseñan los recuerdos, son directamente el pasado, pero no estático, inservible, muerto... son el pasado rebosante de vida, un pasado útil, completamente presente.
Y al enterarse de que yo era de Pamplona, entre risotadas, no puede ser, no es posible, decía, comenzó a interrogarme sobre los Sanfermines. Quería saberlo todo.
Eso mi izquierdita lo sabe desde hace mucho, que los recuerdos son muy fáciles de manipular, por eso siempre anda enredando con la memoria, por eso su prioridad es controlar a toda costa la educación y los medios.
Lo que podría hacer Armonía Txantreana, y con ella todas las peñas o penas que no quieren desmarcarse de esa ideología criminal que profesan ciegamente, es demoler sus sedes, disolverse como asociaciones.
En Euskadi se han hecho viejos hasta los jóvenes, sin darse cuenta. Les ha pasado el presente por encima, con sus ridículas indumentarias veraniegas de otra época.
El País Vasco no sé acuerda de nada, los jóvenes ya no saben ni quién fue aquel concejal que tuvieron dos días en un maletero, lo sacaron solo para arrrodillarlo en un camino y pegarle dos tiros en la cabeza.
La izquierda no pierde oportunidad para practicar el postureo que no le compromete a nada, porque nada pueden hacer desde aquí contra ese suceso, salvo hacerse fotografiar, rodilla en tierra, puñito en alto, para subirlo a Instagram.
Desde el gobierno nos anunciaron, con muchas chorreras y fanfarrias al principio del arresto domiciliario al que nos han sometido, que íbamos a salir de esta pandemia mejores y más unidos.
Que la presidenta de Navarra antes que presidenta de Navarra sea una pelele supeditada a su partido y a los tejemanejes y mercadeos chungos de este con el nacionalismo vasco, me da bastante pena.
¿Ellos, que se han aplicado a conciencia al asesinato de españoles solo por ser españoles durante medio siglo, se dedican ahora a denunciar que en Estados Unidos matan a los negros por ser negros?
No es que seamos una colonia, es aún peor, somos la finca privada de una ideología xenófoba. Aquí ya no hay ni ley, aquí hay un título de propiedad y punto.
Las pinturas negras de Goya se descuelgan de la Quinta del Sordo para pasearse por las calles de Pamplona, homenajeando a un asesino, vasco, de apellido Ruiz y de nombre Patxi. Etarra de poco pedigrí que le pegó dos tiros a Tomas Caballero en su coche. Un luchador...
Que estas cosas puedan pasar en Irroña sin que se revuelva nadie demuestra lo desnuda que está la cuidad. Somos un vertedero moral, como el de Zaldivar, pero con calles y a lo bestia.
Los podemitas que ayer utilizaban el término mileurista de forma despectiva, hoy quieren hacerte creer que los 500€ que te quieren regalar con tu propio dinero y que no te da ni para pipas, es una gran conquista social.
¿A quién preferís al virus o Sánchez, fachitas? La fantasía erótica, el sueño más húmedo de todo socialista hecho realidad: una sociedad a su merced, amedrentada, para hacer con ella el bricolaje totalitario que se desee.
Todos los días mientras estemos en estado de alarma son ahora, y si no le gusta y no está dispuesta a asumirlo, si piensa que su mesita del jardín le necesita más que cualquier otro navarro, nadie le obliga a semejante triaje..
Días tristes estos, grises, lluviosos. Días de mierda. Se ha muerto Calleja, de este virus, el primer periodista vasco al que se le hincharon las narices desde dentro del nido de la serpiente, presentando el teleberri.
Y como no teníamos poco nacionalismo de otro tiempo, parió la yaya batasuna también, que no se pierde un sarao tampoco si de hacer el ridículo se trata.
De forma milagrosa la epidemia de peste se esfumó y desde entonces la ciudad, agradecida, conmemora este episodio de su pasado tan presente en estos momentos.
Es en los momentos límite es donde al final sale la verdadera esencia de las personas y Koldo, en vez de dar un respiro a sus compañeros, con mil muertos al día, a lo que se dedicó fue a comportarse como un cobarde.
¿Por qué esa manifestación se tenía que celebrar a toda costa? ¿Por qué era tan indispensable? Ya nadie se acuerda de ella pero sí de sus consecuencias.
Últimamente tengo la sensación de vivir en una mezcla de videojuego y película futurista donde todo ha cambiado menos los escenarios, que son los mismos que hace un mes.
Mientras tú tocas la cazuela en la ventana de un cuchitril, Iglesias hace tintinear los hielos de su gintónic viendo corretear a sus hijos por su amplio jardín con piscina.
La OMS consideró mundialmente erradicada la viruela en 1990. Zendan, Balmis y Salvany fueron quienes dieron ese primer paso para conseguir que la enfermedad, fuera la primera que la humanidad erradicaba.
Una crisis sanitaria gestionada por las autonomías porque Sánchez ni está ni se le espera, más preocupado en soltar eslóganes publicitarios para buscar culpables fuera de su gobierno, que no quiere perder votos y quedarse sin la cama y el colchón de la Moncloa... qué puede salir mal.
Es fascinante ver cómo opera la opinión pública, cómo los prejuicios son más potentes que las verdades y cómo es dirigida, pastoreada, con rumores, medias verdades y mensajitos de WhatsApp de supuestas personas que están en el ajo.
Sobre una inmensa montaña de mierda las Txibites, Alzorriz, Cerdanes, Remírez y compañía cimentan su gobierno en Navarra. Ya solo nos queda contarlo... como un peón de ajedrez solitario.
El nacionalismo solo está tranquilo cuando se siente privilegiado y hasta que no tiene un privilegio que disfrutar, no deja de dar por saco... un ratito, tampoco os creáis.
Yo llevo preguntando desde hace años qué es lo que determina lo vasco, por ejemplo, qué es exclusivo de ellos, diferenciador, que es lo identitario, sin encontrar muchas respuestas.
Doce o catorce días después, ya he perdido la cuenta, seguimos en el mismo punto. Miles de toneladas de residuos altamente tóxicos descontrolados, dos trabajadores desaparecidos y un cargamento de preguntas que nadie desde el PNV quiere responder.
Hoy es el santito del amor. Ah, el amor. Love is all around... hasta el aburrimiento. Ojalá hubiera sido la original de los Troggs y no la versión de Wet, Wet, Wet la que perdurara, pero ni en eso tenemos suerte.
No hace ni medio mes de una manifa de sindicatos reclamando la independencia y ahora dos currelas están desaparecidos desde hace días y el silencio es lo único que se oye por todo Euskadistán.
Desmontemos su barriada franquista, sus pintadas en honor a asesinos, sus calles y sus plazas con ese quiosco lleno de pancartas de plástico antiecologico.
Y allí se plantaron, con el rótulo de la institución que dicen que es fascista detrás, a decirnos que ellos solo quieren derribarlo todo porque aquí no hay libertad y todo es opresión.
Nunca nos vamos a entender y no compartimos nada. No compartimos ni cultura, ni folclore, ni línea de villavesa. Ellos a la mínima sacan a los del cencerro en el culo a dar la matraca por las calles.
A Gregorio Ordóñez el nacionalismo vasco lo asesinó no solo por ser del PP, que también, sino porque era un líder que trascendía a su partido, incluso a su ciudad. Lo mató porque era libre y por querer que sus vecinos fueran igual de libres, es decir, era peligroso para el régimen.
Lo dramático de toda esta estrategia es que nadie dentro del Psoe se oponga, todos la aprueban o bien defendiéndola abiertamente o callando de forma cómplice.
A veces se me olvida cuánto me gusta escribir. El acto de hacerlo. Sin preocuparme de que quede bien o mal, de si dice algo concreto o lo deja todo en el aire, volando.
¿Cuántos socialistas honorables que no querían pactar con ETA tuvo que matar ETA para que corriera el escalafón hasta llegar a estos miserables socialistas que hay hoy, que negocian con el partido de la ETA hasta los presupuestos de Navarra?
Ya es oficial. El bilingüismo en el País Vasco ha muerto. El gobierno vasco, formado por el PNV y sostenido por el PSOE, ha decretado que los ayuntamientos podrán dirigirse al ciudadano solo en euskera.
Se confirma que Pablo Iglesias no se va a dejar joder la vicepresidente con la que sueña por una minucia de mil millones de euros y de este tema poco más o menos ha dicho lo mismo que el PSOE, que son cosillas del pasado, cosas del bipartidismo.
No quieren ciudadanos librepensadores, quieren rehenes a los que convertir, manoseándoles el cerebro, en sus futuros votantes. Así se entiende mejor la ofensiva de la ministra Celaá contra la educación concertada.
El único programa que hay hoy detrás de Halloween es la diversión. No ha entrado ahí la política y permanece puro. Cada persona hace de esa fiesta su fiesta, sin reglas, sin una cantidad sistematizada de telas de araña truchas, y no hay nada trascendente en ella.
Cada canción se expande, abarcando mucho más terreno que antes, estancias diferentes de un edificio que ya conocíamos, sonidos completamente nuevos de un estilo que solo puede ser de ellos, porque reconocemos su barrio.
Maiorga es un dandy apocalíptico y decadente. Lleva con él las catacumbas a cuestas, parece un Atlante, con esa mirada de córneas enrojecidas en la que parece recaer el peso de un pueblo, el aberchándal, que tampoco le comprende.
Y entonces, como decía en mi artículo anterior, Ortuzar se bajó del púlpito de una de esas misas xenófobas de su secta nacionalista vasca y se puso a echar sus babas sobre Navarra.
A mí me dicen como a Txibite que voy a ser presidente gracias al discurso xenófobo de Ortuzar y a la justificación del asesinato con fines políticos de Otegi y echaría a patadas de mi vista a quien me lo propusiera.
Pensé que nunca iba a ocurrir, que nunca los socialistas iban a dejar el constitucionalismo y la decencia para echarse al monte con el partido que justifica asesinatos y homenajea a etarras.