Tras dos años de parón, este año San Fermín se han disfrutado aún mucho más. Y lo más importante: no ha habido grandes incidentes en los ocho encierros, a excepción del que protagonizaron los toros de Cebada Gago.
La torada de Miura viajó a tren durante todo el recorrido. Tras un encierro noble y muy limpio, los encierros dicen adiós con el paso por la bajada al callejón de la plaza de toros. Un paso majestuoso, rápido y limpio.
Escuchar el nombre de “Jandilla” siempre causa respeto entre los corredores más experimentados. Al igual que ayer con los Cebada Gago, nos espera un encierro muy peligroso a priori.
Tras un paso rápido por Santo Domingo y Ayuntamiento la manada llegó estirada a Mercaderes, donde un mozo vivió uno los momentos de mayor peligro del encierro de los Núñez del Cuvillo. Aquí puedes leer la crónica del encierro de este 7 de julio.