- lunes, 21 de abril de 2025
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Al menos, el Brexit sirvió para dejar en segundo plano el increíble 'affaire' de la grabación de una conversación embarazosa en el despacho del señor ministro del Interior, aunque el mentado señor ministro no tuvo otra ocurrencia que mandar a la policía, parece que sin mandato judicial, a requisar las cintas en el diario digital que publicó la filtración de lo hablado entre él y el director de la agencia antifraude de la Generalitat catalana.
En nuestro país el voto es libre, directo y secreto. Aunque sociólogos, politólogos y periodistas nos lancemos el próximo domingo a analizar cómo ha votado el "cuerpo electoral", como si de un organismo compacto se tratase, la realidad es que es imposible escrutar el qué ha llevado a cada ciudadano a votar a quien ha votado.
Más allá del ritual de toda noche electoral, que volveremos a vivir el próximo domingo, en la que los líderes de los diferentes partidos políticos salen a decir que han ganado las elecciones y que por lo tanto nadie las ha perdido, lo importante será analizar, a la luz de los resultados, las posibilidades reales que habrá para formar gobierno.
Si se cumplen en parte o en todo las encuestas y si cumple en parte o en todo lo anunciado por los partidos políticos, España seguirá sin gobierno y habrá que convocar nuevas elecciones ante el pasmo de los propios españoles, la incertidumbre de los mercados y el miedo de Europa amenazada ahora, además de con el dichoso Brexit, por el incierto futuro de su cuarta potencia económica, nosotros.