Equipos como el Getafe deberían desaparecer del fútbol mundial. Si encima los árbitros les apoyan y el equipo rival cae en su rastrero planteamiento y el entrenador no lo remedia, mejor no ir al fútbol.
Dos fogonazos que son tres puntos, y nada más, aunque no sea poco. Lo importante es ganar, pero el partido resultó espeso, soso, y malo. Todo cocinado a 40 grados.
Jagoba Arrasate contará con un nuevo jugador de banda para reforzar la línea de ataque, en una demarcación en la que tan solo Kike Barja partía como extremo puro.
La Policía Nacional realizará esta temporada el control de la seguridad aérea durante los partidos de Osasuna en el estadio de El Sadar para evitar el vuelo de drones de terceros.
El partido tuvo tres fases claras, cada una de media hora: igualdad hasta el gol, bajonazo rojillo hasta los cambios, y emoción final con posibilidad de empate. Curiosamente, esta vez la derrota no duele tanto. Los puntos, sí.