- lunes, 12 de mayo de 2025
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Hace cuatro años el PSOE se decantó por una organización territorial basada en un Estado federal. El partido en su último Congreso de junio ha hecho suyo el plurinacionalismo de Sánchez. Este primer artículo hace un breve repaso histórico de la organización territorial de las dos republicas españolas, cada una con un modelo diferente.
López versus Sánchez y ambos frente a Díaz. Nada más español en este país de 'pobres Pepe Pérez', que es como se denominaba popularmente al hombre de la calle, que el combate de estos tres apellidos, tan hispanos, que designan a los tres candidatos, Patxi López, Pedro Sánchez y Susana Díaz, para hacerse con el control nada menos que del Partido Socialista.
Creo que en la clase política española con vocación de gobierno, representada básicamente por el PP y el PSOE, pilar derecho y pilar izquierdo del modelo de democracia representativa, no ha caducado la tendencia a centrarse como la única forma de ganar elecciones. Como en la vieja Europa.
El de Murcia, no, -aunque también va a tener consecuencias su paso por los juzgados-, el otro Pedro Sánchez, el candidato al que "el aparato" socialista no quiere ni ver, pero al que muchos militantes podrían apoyar en las primarias para ganar o, cuando menos, para dar un susto de muerte a los otros candidatos.
Siempre hubo una fracción izquierdista dentro del PSOE. Minoritaria, pero muy activa. Era algo así como una prolongación de las Juventudes Socialistas hasta que con honrosas excepciones esta agrupación dejó de ser cantera de líderes idealistas para transformarse en abrevadero de trepas.
Hay populismos con distintas etiquetas, pero tienen un mínimo común denominador: un caudillo que exige poderes sin control, una relación mística con la gente, el pueblo, las bases o los militantes, para devolverles el poder, que él regentará sin controles, y el monopolio de la verdad.
Estamos ante una nueva aparición de Pedro Sánchez, ahora en una localidad sevillana cuyos militantes socialistas dicen que son esencialmente hostiles al liderazgo de Susana Díaz, que andará a esas mismas horas de 'gira preelectoral interna' (uufff*) por la provincia de Cádiz. Pocos kilómetros de distancia física y muchos de diferencia no ideológica, sino estratégica.
"Se puede morir de éxito". Aquella ironía de Felipe González está resultando profética. En España, en términos históricos, lleva camino de cumplirse en relación con el PSOE y fuera, también con la mayoría de los partidos socialdemócratas que durante tantos años han gobernado en los principales países de la Unión Europea.
El anuncio de la vuelta de Pedro Sánchez a la carretera está generando mucha preocupación entre los responsables de la Gestora presidida por Javier Fernández que, como es sabido, lleva meses intentando reducir la crispación interna desatada tras la traumática defenestración del secretario general.