• lunes, 23 de junio de 2025
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política

Vencedores y perdedores

Si en la noche del pasado domingo hubo un gran vencedor y un gran perdedor en lo que se ha considerado la segunda vuelta de las elecciones generales, estos no fueron otros que Mariano Rajoy y Pablo Iglesias. 

El disputado voto del señor Quevedo

Pedro Quevedo Iturbe, diputado por Gran Canaria en las listas socialistas, aunque no pertenece al PSOE, sino a Nueva Canarias, era un perfecto desconocido en la Península, pero no en las islas ni en la profesión médica, en la que se desempeña con éxito.

Baño de realismo

Habían pronosticado los expertos que el 30% de los votos era un umbral mágico del PP, a partir del cual se quedaría con el último escaño en numerosas circunscripciones.

No es a quién sino para qué

Los resultados son tercos y las encuestas, antes o a pie de urnas, sirven para poco porque los ciudadanos no dicen la verdad o hay un voto oculto que sólo aparece en las urnas.

¿Nos vemos en diciembre?

Al final las encuestas -unas y otras- no acertaron y la historia se repite con ligeras aunque significativas variaciones.

Rajoy sigue

El PP ha sido el indiscutible vencedor de la elecciones. Al Congreso y al Senado.

El día después

Más allá del ritual de toda noche electoral, que volveremos a vivir el próximo domingo, en la que los líderes de los diferentes partidos políticos salen a decir que han ganado las elecciones y que por lo tanto nadie las ha perdido, lo importante será analizar, a la luz de los resultados, las posibilidades reales que habrá para formar gobierno.

Del no y no y no, al ni tú, ni tú, ni tú tampoco

La única explicación a la campaña de Rivera empecinado en su veto a Rajoy (y a Soraya, y a Cospedal y luego ya veremos a quien) es que piense en captar votos por el lado del PSOE, a quienes y aún menos a su líder Sánchez dedica siquiera un pellizquito de monja.

La pinza gana, la cordura pierde

Lo preocupante no es que Podemos se convierta en la segunda fuerza política si logra el número de votos y escaños necesarios para ello, sino que haya tanta gente que se crea a Pablo Iglesias.

Hay vida en el centro

El voto a Podemos no es tanto de fe en sus propuestas cuanto de castigo a los dos partidos protagonistas de la reciente historia de España, aunque no supieron responder al malestar social generado por la crisis económica y la corrupción.

Frikis al poder

Es probable que el proceso entrópico comenzara por los medios audiovisuales, o sea, por la televisión, pero la culpabilidad se reparte entre toda la sociedad que aplaude o atiende, según sus preferencias y, por tanto, sanciona.

La mediocridad de los caudillos

De los candidatos de los cuatro grandes partidos venimos escribiendo y hablando mucho más de lo que ellos y sus capacidades dan de sí.

Los idus de junio

Lo último que nos quedaba por saber del movimiento/partido Podemos es que tiene "rasgos peronistas".

El debate menos decisivo

Siendo al principio de la campaña, con las mismas caras y los mismos argumentos, era muy difícil que el debate televisado del otro día entre los cuatro candidatos a la Moncloa fuera decisivo.

Quizá llegue la hora del Rey. O de la sociedad civil...

Sospecho que el debate 'a cuatro' de este lunes, tan seguido por tantos que luego saldrían defraudados, ha servido para certificar algo que sabíamos: el altísimo riesgo de que los resultados electorales abran otro período de incertidumbre, de Gobierno en funciones, de esperas.

El debate y el juramento

Todos juran que no habrá terceras elecciones. Pero nadie explica cómo será posible eso, a la vista del desarrollo y desenlace del debate de los cuatro grandes.

Enseñanza desconcertada

En Suecia, en muy pocos años, se ha pasado de un escaso 2% de escuelas privadas a arañar casi el 20%, y, lo que representa una sorpresa, se ha mejorado notablemente los resultados del informe PISA, sobre todo, en lo referente a las matemáticas.

A 'ellos' les fastidia debatir

Me hubiese gustado un 'cara a cara' entre Rajoy y Albert Rivera, en torno al concepto de política de centro que tiene cada uno de ellos.

Arsénico envuelto en celofán

Es muy difícil tragarse la presunta transversalidad pregonada por Errejón, al menos tras el provechoso encamamiento de Podemos con Izquierda Unida, que tiene el corazón comunista, como todo el mundo sabe ¿De ahí saldrá una oferta "socialdemócrata", como pretende Pablo Manuel?

El debate es la guerra

El debate es una lucha dialéctica. Una pugna entre dos o más contendientes que defienden ideas propias o desacreditan las contrarias.

El debate de la manteca

Si, como vemos, todo parece girar en torno a la economía, y depender de ella, el debate de verdad es el que celebraron en la noche del domingo, en La Sexta, Sevilla, Garzón, Garicano y De Guindos, y no el de los cabezas de cartel del tetrapartidismo.

El lunes al televisor

Menudo lunes al televisor nos ha deparado el destino: partido de España en la Eurocopa y, por la noche, el que parece que, inexplicablemente, va a ser primer y único debate electoral antes de que los españoles acudamos a votar el próximo día 26.