• miércoles, 30 de abril de 2025
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Opinión

El otro día pasé por allí, pero ya no estaba. Sabía que lo habían cerrado hace años pero me apetecía recordar las caminatas que me pegaba desde la plaza de Olavide, donde vivía, hasta aquella zona más noble para refugiarme en su barra.

Mientras Donald Trump continúa asombrando al mundo con sus salidas de tono y su pulso a los jueces de su país en Europa, los jefes de la Unión Europea no terminan de saber que hacer en esta nueva etapa ante un presidente estadounidense tan peculiar.

Revueltas bajan las aguas de Podemos. En la estela de tantos partidos de izquierdas como en el mundo han sido, se cumple en ellos el "fatum" de la división. La tentación cainita.

No se ponen de acuerdo. El grupo de expertos creado por el Ministerio de Empleo, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras y las patronales CEOE y Cepyme tenía como misión analizar la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo que ordenaba a España equiparar la indemnización de los trabajadores interinos con la que reciben los que tienen un contrato indefinido.

Contemplar la masa humana que acompañaba a Artur Mas y dos exconsejeras poco antes de comenzar el juicio de Barcelona me parecía algo más, mucho más y distinto, que el "numerito" como calificativo del ministro de Justicia a lo que estaba sucediendo.

En varias ocasiones hace décadas sugerí a responsables políticos la conveniencia  de una lanzadera Pamplona - Zaragoza, para poder conectar con un tren rápido de varias frecuencias, que permitiera un desplazamiento en el día entre la Zona Media-Ribera y Madrid, pero apenas encontré interés a mi propuesta.

Menos mal que los libros nos salvan del ruido cotidiano. La semana ha comenzado con Artus Mas, Joana Ortega e Irene Rigau declarando ante el juez por la convocatoria ilegal de un remedo de referéndum.

Ciudadanos ha sido el primero en substanciar su congreso. Con primarias y todo, aunque para hacerla hubo de sacar a dos "espontáneos" tan desconocidos como irrelevantes ante la omnipresencia de Rivera.

La definición que el diccionario ideológico de la lengua española de la Real Academia otorga al término aquelarre: "conciliábulo de hechiceras", sirve para describir bastante bien lo que ha sucedido en la mañana del lunes 6 de febrero con motivo de la declaración ante los tribunales de justicia del ex-Presidente de la Generalitat, Artur Mas, y otros dos miembros de su Gobierno, Joana Ortega e Irene Rigau, por la convocatoria ilegal por parte de la Generalitat del referéndum que se llevó a cabo el 9 de noviembre de 2014.

Hace diez días, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva o decreto presidencial que suspendía los visados de siete países de mayoría musulmana (Irán, Irak, Yemen, Siria, Libia, Somalia y Sudán) e indefinidamente la acogida de refugiados sirios.

Las fronteras siempre son difíciles de trazar y más aún de mantener, aun cuando los poderes pongan todo su empeño. Porque las fronteras no dejan de ser límites estancos y fijos cuando la realidad, la vida, es dinámica y poliédrica.

Leo con gran sufrimiento y preocupación las noticias que últimamente afectan a la Iglesia, mi Iglesia -como Universal que es- sobre los casos de abusos sexuales a menores por parte de algunos sacerdotes. No obstante, me embarga una sensación de esperanza y luz porque hay firmeza y también tolerancia cero.

Cómo me gustaría colocar uno de esos inhibidores de frecuencia que te anulan el móvil en los colegios. Imagínese la cara de enfado de muchos adolescentes y preadolescentes…

Como personajes de una película de Martin Scorsese, el comisario jubilado, José Manuel Villarejo, junto a un grupo de policías y periodistas afines, ha emprendido una cruzada para amedrentar a quienes tratan de procesarle en una de las piezas separadas del caso Nicolás.

Albert Rivera se vuelve decimonónico. Está propiciando que Ciudadanos elimine de su ideario la referencia al socialismo democrático como una de sus fuentes ideológicas para poner el acento en el liberalismo progresista.

Esta semana he aprendido, gracias al presidente del Gobierno, la influencia directa que tiene la lluvia en el precio de la luz. Desgraciadamente he sabido que también influye ser ex director General de la Guardia Civil.

Un colega mío, Luis Martínez, hacía días atrás un reportaje de cara a los premios Goya donde sostenía que las mujeres mandan en la producción aunque siguen siendo minoría en la dirección de películas españolas. 

Se está repitiendo hasta la saciedad que los desbarajustes "desorden y confusión" según la RAE) que hoy vive Podemos -y el propio PSOE- es un problema de simple liderazgo personal, de nombres y no de ideas, de celos, de traiciones, de bisoñez, esas cosas que pasan cuando uno atraviesa en un abrir y cerrar de ojos la inquietante y delicada frontera que separa la infancia y de la adolescencia. 

El auge de los movimientos populistas se está convirtiendo en una autentica pesadilla sobre todo porque el "gran jefe populista" es nada menos que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Hace una semana, mi amiga y compañera Cristina López Schlichting entrevistaba a unas mujeres de etnia gitana, algunas de ellas analfabetas, pero que han interpretado en el teatro a Lorca y a Lope de Vega, con notable éxito.

Acaso, en el plano de la filosofía política, Donald Trump no represente más novedad que un chorretón de kétchup sobre la cosmología de nuestro Torrente, genialmente encarnado por Santiago Segura.

No me extraña que el secretario de organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, estallará hace un par de días ante las constantes y ofensivas declaraciones de Pedro Sánchez para con todos los socialistas que no están con él.

Pablo Iglesias justificó su agarrada verbal con su compañero Íñigo Errejón en el Congreso apelando al hecho, cierto sin duda, de que ninguno de los dos son holandeses.

¡Qué sería de nuestros políticos sin los eufemismos¡ Son pocos los que se atreven a decir con claridad lo que piensan sin buscar refugio en las fórmulas ambiguas que ofrece el lenguaje para disimular cuando a uno no le conviene mojarse.

El ministro Portavoz del Gobierno, Méndez de Vigo, ha ofrecido a la oposición llegar a acuerdos como se llegaron durante la Transición.

En los once días que lleva Donald Trump, como presidente de los EE.UU., ha sembrado el mayor desconcierto político de los últimos años.

Las metáforas acuáticas suelen ser de mal agüero. Pedro Sánchez escogió la de la piscina con agua para ilustrar su voluntad de zambullirse en el torbellino de las primarias del PSOE.

Parece mentira que el juez Santiago Vidal, que tanto ha defendido públicamente una porción de causas justas, se haya metido en una historia, la del secesionismo de Cataluña por las bravas, que necesariamente bastardea la esencia de su oficio, que no es otra que la salvaguarda, para bien de todos, de la ley.

Analizando el comportamiento de los líderes independentistas catalanes llego a una triste conclusión: su comportamiento es tan desleal como cobarde.

Hay populismos con distintas etiquetas, pero tienen un mínimo común denominador: un caudillo que exige poderes sin control, una relación mística con la gente, el pueblo, las bases o los militantes, para devolverles el poder, que él regentará sin controles, y el monopolio de la verdad.

Pedro Sánchez ha movido ficha. Se presenta. "Seré vuestro candidato a la secretaría general del PSOE", dijo en la tierra de Susana Díaz, su gran adversaria interna, ante un auditorio -más numeroso de lo previsto- que esperaba ansioso el anuncio.

ERC no se anda con miramientos y ha "invitado", de manera fulminante, al senador Santiago Vidal a renunciar a su acta en la Cámara Alta, apartándole de la dirección de la formación republicana.

Acaso demasiados años de observación desde la barrera de los acontecimientos políticos me han convencido de un hecho que considero irrefutable: las personas son lo más importante, mucho más que las propias organizaciones y, desde luego, que las regulaciones, para el desarrollo de las instituciones y, en definitiva, para el buen gobierno de los ciudadanos.

Se está hablando mucho estos días de muros, de muros que separan naciones. Trump quiere aumentar en tamaño y número de efectivos que vigilan el que ya existe entre Estados Unidos y México.

Recuerdo esa frase en la radio cuando García le daba paso, y a mi padre decir que había que ver lo que sabía de ciclismo y eso en Navarra es mucho decir, es motivo de respeto.

Estamos ante una nueva aparición de Pedro Sánchez, ahora en una localidad sevillana cuyos militantes socialistas dicen que son esencialmente hostiles al liderazgo de Susana Díaz, que andará a esas mismas horas de 'gira preelectoral interna' (uufff*) por la provincia de Cádiz. Pocos kilómetros de distancia física y muchos de diferencia no ideológica, sino estratégica.

Por obra de las inclemencias meteorológicas (frío, nieve, viento, etc.), en los últimos días se ha incrementado mucho el consumo de energía eléctrica.

En el mundo de las astracanadas y los excesos todo vale. Hasta los temas más importantes que pueden poner en riesgo el frágil equilibrio de las potencias mundiales se solventan con un tuit.

Al Málaga tampoco. Osasuna sigue sin ganar en El Sadar, y lo malo es que la grada ya se ha acostumbrado a ello, y también los jugadores. Hasta el gol, a falta de un cuarto de hora, no habían disparado a puerta. Tres minutos después, la enésima cantada regaló el empate al Málaga. Sin comentarios.

La derecha y la izquierda han tenido históricamente posiciones antagónicas sobre la monarquía, la república, la democracia, la religión, las clases sociales, la igualdad, la propiedad privada y la economía, entre tantas otras cuestiones.

Enfrascados como están los dirigentes más conocidos de Podemos en disputas por controlar los resortes el poder en el seno de la organización han vuelto a perder la oportunidad de aplazar "el asalto a los cielos" para poder ocuparse de problemas terrenales. 

La corrupción, la maldita corrupción, esa que los partidos políticos, con el PP de abanderado, pretenden que olvidemos, sigue ahí, no es cosa del pasado.

Lo que muchos creían que no iba a suceder está sucediendo y es que Donald Trump empieza a cumplir algunas de sus más controvertidas promesas electorales.

Hemos visto estos días, en la televisión, la brutal paliza que le dieron a una joven de 19 años en la puerta de un pub de Murcia una decena de energúmenos cobardes y encapuchados, pertenecientes, presuntamente, a un grupo de extrema izquierda.

"Se puede morir de éxito". Aquella ironía de Felipe González está resultando profética. En España, en términos históricos, lleva camino de cumplirse en relación con el PSOE y fuera, también con la mayoría de los partidos socialdemócratas que durante tantos años han gobernado en los principales países de la Unión Europea.