Insisten en que hay una "doble vara de medir" a la hora de regular las actividades de ocio y espectáculos desde las administraciones públicas competentes.
El hombre acusado de la muerte del portero de una discoteca de Villava el pasado mes de noviembre ha aceptado una pena de cuatro años de cárcel que sustituirá por su expulsión de España por diez años.
Carlos Amorín falleció a consecuencia de las heridas que sufrió al ser agredido cuando trataba de mediar en una pelea en la puerta de la discoteca Totem-Dali.
La medida ha sido adoptada para "evitar el riesgo de fuga" al ser el denunciado "una persona en situación irregular en España con fuerte arraigo en su país de origen".
El joven le recriminó lo ocurrido con un "oye, ¿qué pasa?", frase ante la que la acusada en vez de frenar su actitud volvió a colocarse a su lado para tocarle de nuevo el culo.
Además de la gravedad de los hechos, la situación irregular en España del agresor y sus tres antecedente han llevado al juez a decretar su ingreso en prisión provisional.
Se trata de una medida para erradicar el uso de armas blancas en el interior de estos establecimientos y serán facilitados por la Policía Municipal de Pamplona.
Papillón, Loco’s, Glorys, Mod’s, la Chupitería, Beverly, Blue Shadow, Extreme, Fakulty, Tutti Pasta o Bocatta figuran en el recuerdo de toda una generación de pamploneses.
Debido a la gravedad una de las mujeres afectadas ha sido posteriormente trasladada a la unidad de grandes quemados del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
El Sindicato Unificado de Policía ha querido mandar sus deseos de pronta recuperación a sus compañeros y han agradecido a los porteros y policías su actuación.
La actuación viene determinada por las quejas vecinales recogidas en los últimos meses en torno a la actividad y comportamiento de los clientes en la zona.
"Una fiesta para todos" pero "especialmente para los jóvenes" que "estáis llamados a construir un futuro donde no tienen cabida los nacionalismos", ha resaltado Sayas.
Las supuestas víctimas denunciaron un trato vejatorio y agresiones, como puñetazos e inmovilizaciones por el cuello, hasta el punto de quedar inconscientes.
A consecuencia de estos hechos, de su difusión y repercusión social de las imágenes captadas, las víctimas han vivido una situación personal "angustiosa".
Los organizadores de la fiesta habían pensando en todo con una 'atractiva oferta' como la venta de entradas con dos consumiciones alcohólicas por solo 6 euros.
Al parecer, este chico molestó a una mujer en el interior del local y un grupo de amigos de ella salió en su defensa apuñalándole con un cuchillo de 9 centímetros.
La víctima (que presentaba heridas graves en un ojo y en la boca) fue trasladada en ambulancia al hospital de Bayona, donde recibió asistencia sanitaria.
La joven ha explicado que la rodearon y empezaron a reírse de ella hasta que, uno de ellos, intentó quitarle el pantalón, por lo que ésta empezó a gritar.