- viernes, 28 de marzo de 2025
- Actualizado 02:55
Estoy muy a favor de la campaña Vivir es urgente que inició Pau Donés, y de la que, además de camisetas, se ha hecho hasta un sello el año pasado. A favor de que su recaudación se destine a la lucha contra el cáncer. Y más a favor si sirve como recordatorio de la importancia de vivir pero, vivir no es urgente, no puede serlo. Vivir tendría que ser cotidiano.
Y yo pensando que parar en verano era buena idea porque pasaban pocas cosas, pues menos mal. Lo cierto es que todo el revuelo de verano vuelve en septiembre y estamos igual que en junio, decidiendo entre la bolsa o la vida. O igual es que esa es la única decisión. Bienvenidos de nuevo.
Dos vecinos de Caparroso deciden casarse tras más de 30 años viviendo juntos y después de haber formado una familia con cinco hijos.
Qué le vamos a hacer, es ley de vida. La vida es así y así hay que asumirla, no la podemos cambiar. Una especie de anuncio de Cucal, aquello de nacer, crecer, reproducirse y morir, ¿se acuerdan?, sin posibilidad de cambiarlo. Pues ante algunas de estas leyes de vida mejor ser insumiso.