En una ciudad donde el crimen se ha desbocado, no hay mañana de fin de semana que no nos levantemos con noticias de apuñalamientos, palizas, violaciones, robos... necesitamos una policía que nos proteja, no un cuerpo de gilipollas en culotte que solo sirva para hacer bonito en las fotos de Instagram, a mayor gloria del alcalde.
Por el momento, son ocho agentes y una agente de primera quienes componen este servicio, adscrito a la Brigada de Proximidad, si bien el objetivo es que vayan incorporándose nuevos agentes.
Abran esas bolsas, remuevan la mierda de los gatos, los pañales del bebé, el medio limón que todos tenemos en la nevera hasta que se pudre y lo desechamos, e tampax o un condón usado y localicen a esos peligrosos delincuentes.