Osasuna ha vuelto a sentir el calor de la afición rojilla jugando en el Sadar frente al equipo meregue. Si has estado allí viendo el partido, búscate en las gradas.
Un Osasuna rosáceo, increíble, en la floresta de la primavera levantina, junto a la playa de la Malvarrosa, se impuso con autoridad ante el Valencia de Bordalás.
Cuando parecía que Osasuna ya no iba a disputar ningún partido con su tercera equipación, el equipo rojillo ha decidido darle por fin una oportunidad a la elástica alternativa.