Una imagen figurativa del torilero de la Plaza de Pamplona, con las llaves en la mano y en su puesto ante la puerta por la que saldrá uno de los bravos de la tarde, anunciará la Feria del Toro 2024, obra del polifacético santanderino Indalecio Sobrino, que ofrece en ella "una ciudad, una feria y una fiesta".
"Creo que lo que más podía representar la Feria era precisamente su torilero" quien "de alguna forma es el primero en iniciar ese rito tan maravilloso que es la fiesta de los toros", ha dicho.
¿Ha entrado la Feria del Toro en una anodina dinámica ganadera? ¿Realmente merecen todos los hierros anunciados su regreso año tras año? ¿Acaso hace mal la Meca en no arriesgar y buscar el beneficio, dado su benéfico objetivo?