Las condenas se han dictado por conformidad tras los acuerdos entre fiscalía y defensas en dos procedimientos independientes por tráfico de anfetaminas en Tudela y Tierra Estella.
La Audiencia rebajó la pena por embriaguez y reparación del daño, impuso también 10 años de alejamiento, libertad vigilada y 20.000 euros de indemnización.
El acusado, vecino de una localidad riojana, fue detenido con 49,97 gramos de cocaína y seguirá en libertad si continúa su tratamiento de rehabilitación.
La frialdad con la que se ha admitido la ejecución de un crimen por causas políticas —planeado, decidido y ejecutado contra un representante democrático— nos confronta con una pregunta incómoda pero necesaria: ¿qué más hace falta saber y conocer de ETA para condenar sin paliativos su existencia?
Muchas de estas agresiones ocurrieron en el hogar familiar y en presencia de los hijos. La mujer, sin embargo, renunció a reclamar indemnización por responsabilidad civil.
El tribunal ratifica la pena impuesta al acusado, que aprovechó el estado de embriaguez de su excompañera de trabajo para realizarle tocamientos sexuales sin su consentimiento.
La Sala de lo Civil y Penal valida la sentencia de la Audiencia tras concluir que la credibilidad de la víctima está corroborada por informes forenses y psicológicos.
El acusado, que ha reconocido los hechos y se ha mostrado conforme con la pena solicitada, ha declarado por videoconferencia al encontrarse indispuesto.
Sobre las 9.45 horas del 11 de febrero de 2024, el procesado, que entonces tenía de 25 años, conducía un vehículo por Peralta con la citada droga en el interior de una bolsa.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima "ha sufrido una afectación psicológica que se manifiesta en una sintomatología de tipo ansioso-evitativo (rechazo al contacto físico)".