"Vendemos ropa de mujer de marca. Trabajamos bien y estamos contentos", subraya la dueña del establecimiento que seguirá atendiendo en el otro establecimiento de la ciudad.
Este conocido local del popular barrio de Pamplona era muy demandado por los clientes a primera hora de la mañana por su apertura cuando otros bares estaban cerrados.
"Ahora diseñamos los espacios con gafas de realidad virtual, para que los clientes puedan ver cómo quedará su mueble antes de comprarlo", asegura el dueño.
"El cachopo fue un descubrimiento. Es lo que más me piden. También hago callos, ajoarrieros, estofados… Me gusta cocinar bien y se nota en la respuesta de la gente".
"En la barra nunca falta nuestra tortilla de patata con oreja, el ajoarriero casero con huevo, los pinchos de bacon y panceta, los callos, los morros o las cazuelicas", aseguran.
Su propuesta gastronómica mantiene las recetas de siempre con ingredientes de calidad. “Aquí todo es comida casera con buenos guisos", asegura el dueño.
Celebran bodas, comuniones y banquetes familiares, mientras que la cafetería con terraza y su jardín brindan un espacio más distendido para los clientes.
"El barrio valora nuestra apuesta histórica por un producto de calidad, por atender a la gente con amabilidad, honestidad y acertar", asegura el dueño.
Destacan los fritos caseros de croqueta, gamba y pimiento. Las cazuelicas de ajoarriero, manitas de cerdo y callos, además de las ensaladas y las hamburguesas.