En esta localidad de Navarra, con una arraigada tradición de pastoreo, también se puede visitar una quesería para conocer cómo se elabora el Idiazabal.
Los carnavales de Ituren son un atractivo turístico que cada año atrae has este pueblo de Navarra a cientos de visitantes. La mayoría de ellos llega atraído por el encanto de los 'joaldunaks' y el sonido rítmico, a la vez que ancestral, de los cencerros. Lo que no mucha gente sabe es que este carnaval esconde un lado gamberro y atemorizante que lo termina de llenar de espectacularidad. Cuando los 'joaldunaks' se recogen, llega el turno de los jóvenes de Ituren, Auritz y Zubieta. Disfrazados con máscaras y provistos de originales carrozas siembran el caos, atemorizando a todo aquel que se atreve a quedarse para contemplar esta imagen única.
El sonido de los cencerros de los 'joaldunaks' ha vuelto a retumbar este lunes en las calles de Ituren. Especialmente, en el barrio de Auritz, en el que se ha producido el tradicional encuentro con sus vecinos de Zubieta. Cientos de personas se han acercado a la localidad de Ituren para deleitarse con su carnaval de carácter ancestral. Sin duda, el momento en el que los 'joaldunaks' de Auritz se preparaban, colocándose las pieles y apretándose con las sogas los cencerros, ha acaparado todas las miradas.
La alcaldesa de Zugarramurdi, Argitxu Agerre, ha destacado la necesidad de construir un nuevo acceso a la localidad "que solucione los problemas de circulación en el casco urbano".
Situada al abrigo del monte Baigura y rodeada de un extenso robledal, la pequeña iglesia románica de San Andrés, en Aristu (Navarra) se remonta al siglo XII y su estado actual es desolador.
Se encuentra en ruina avanzada en su interior amenazando con el...
Como parte de esta campaña, el Ayuntamiento también ha comenzado a regalar dispensadores de bolsitas para excrementos caninos en las dependencias municipales.
Es un hito de hormigón, regalo de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, que se ha instalado entre la Parroquia Santa Eufemia y el Palacio de Bobadilla.
La FNMC achaca la falta de candidatos a tres factores: son localidades pequeñas, con población envejecida y ha crecido la complejidad de la gestión municipal.