No recuerdo a una peña asociada a un club de fútbol que haya atacado de esta forma al deporte femenino. Nunca. Enhorabuena, ellos también han batido su propio récord, el de grupo ultra más machista del planeta balompié.
El Osasuna que perdió contra el Valencia recordó que cayó aquí contra Getafe, no se pareció en casi nada al que empató en el Bernabéu. Puro desbarajuste. Este equipo no es para jugar al patadón, y menos en casa.
Osasuna ha conseguido un más que meritorio empate en el Santiago Bernabéu con todo en contra frente al Real Madrid. Los blancos se adelantaron con un claro gol en fuera de juego que ni el árbitro ni el VAR quisieron anular. Tras el empate de Kike García, el Real Madrid dispuso de un penalti en el que David García fue expulsado, pero Benzema volvió a fallar ante Sergio Herrera. Final con 1-1 y Osasuna que regresa a Pamplona con la moral por las nubes para afrontar el próximo duelo ante el Valencia, el viernes a las 21 horas.
El punto logrado en el Bernabéu tiene triple mérito: por el escenario y su dueño, por la eficacia del planteamiento a pesar de la oposición arbitral, y por la épica de remontar y lograrlo con diez en el último cuarto de hora, el agónico.
Equipos como el Getafe deberían desaparecer del fútbol mundial. Si encima los árbitros les apoyan y el equipo rival cae en su rastrero planteamiento y el entrenador no lo remedia, mejor no ir al fútbol.