Habría sido pasadas las 02.00 horas de la mañana cuando los dos miembros de la plantilla del equipo ribero golpearon a las víctimas en la calle San Julián.
El hombre fue arrestado por un delito de desobediencia y resistencia grave a los agentes tras insultar y amenazarles al ver cómo retiraban su coche, aparcado en una plaza para personas con discapacidad.