Disputar un partido en el Nou Camp para un jugador de cualquier club debe ser atractivo y estimulante por todo lo que rodea al mismo, gran estadio, mucho público y jugadores del más alto nivel, aunque Osasuna lo de “estimulante“ lo dejó en Pamplona.
Parecía que hubieran hablado los dos entrenadores de que debía hacer para frenar al contrario en un partido que parecía condenado al empate. Un gol de rebote premió a los realistas, que disfrutaron así de viento a favor para mantener la ventaja.
Nuevo año para la esperanza rojilla de continuar en esta gran liga de futbol. Último partido de la primera vuelta contra un equipo como es el Athletic que nos hace y le hacemos sufrir siempre y esta vez no iba a ser menos.
Osasuna ha conseguido este domingo un espectacular triunfo en Villarreal (1-2) con goles de Torró y el Chimy Ávila. Además, han conseguido batir su récord de victorias consecutivas fuera de casa, al sumar 4 triunfos seguidos en las primeras jornadas de la competición. Puedes leer aquí la crónica completa: Imbatibles como visitante: Osasuna arranca otra gran victoria ante el Villarreal.
La segunda unidad se comportó. La apuesta resultaba arriesgada, pero cumplió con victoria. En fútbol mandan los resultados y, por tanto, Arrasate tuvo razón. Para la historia el golazo de Iñigo Pérez.
Los rojillos fueron engullidos por el Betis con sumo gusto, como casi siempre. Espabilaron tras el primer gol verdiblanco y se descompusieron con el segundo. El ‘chichi’ solo lo pusieron en medio.
El entrenador de Osasuna se ha mostrado ilusionado por el hecho de que El Sadar vaya a acoger mañana a 7.700 aficionados y espera ver pronto el estadio lleno.
Salir de Madrid con el titular da “dando la cara” suena a tópico. Lo malo es que, aunque sea verdad, suena a que la frase lleva implícita la realidad de que te la han partido.
El Celta mostró más intención y ocasiones en la primera parte, donde no hubo ni un remate rojillo. Osasuna reaccionó y bien en la segunda, pero el Celta ya tenía el partido de cara y acertó a mantenerlo ahí.
Después de la brillante ante el Valencia gracias a un fútbol alegre, brillante y arrollador por momentos, a Osasuna ya le sobran puntos para la permanencia.
Muy superior Osasuna al Elche, de principio a fin. Todo partido de fútbol puede torcerse en cualquier acción desgraciada, pero el de los rojillos ante los ilicitanos, ni por ésas.
Arrasate mandó jugar a sus hombres, y éstos demostraron que saben hacerlo. Demostraron que a veces la mejor defensa es crear peligro arriba. Así sorprendieron a Unai Emery, que pensaba hacerse con los tres puntos sin perder la gomina.
En este tipo de derrotas suelen abundar titulares de “con la cabeza alta”, “merecieron más” o “el marcador no hace justicia”. Tan gastados están que apelar a ellos en esta ocasión parece más un tópico que una realidad.
El entrenador del Fútbol Club Barcelona ha reconocido la necesidad de hacer cambios por la presión a la que les ha sometido Osasuna, que no les dejaba controlar el partido.
Ni con el peso de dos goles en contra bajó Osasuna la intensidad, pero el gesto de los jugadores no escondía la previsibilidad de perder ante un rival muy superior.
El choque de trenes de dos equipos parecidos alumbró un partido físico, poco brillante, intenso, al ritmo del corazón y la necesidad, con tantas ganas como miedo. Al final, esta vez funcionaron los cambios y Osasuna sumó tres vidas.