El presagio es ya un hecho, pues tras la grave pandemia, el golpe de estado en la comunidad catalana, la controvertida amnistía, así como la reciente catástrofe de la Dana en el Levante, se han agudizado y confirmado las señales que califican a un régimen de autoritario.
"Van a rememorar con multitud de actos, los cincuenta años del fallecimiento, en la cama de su domicilio, del general sublevado Francisco Franco y tratan de nuevo de enfrentar y posicionar a la sociedad española, cuya mayor parte de población activa no sabe ni quién fue ese general".
Parece que el Gobierno quiera también inmiscuirse en nuestra privacidad y estado de salud y además de contar con la Ley de "Des-Protección de Datos”. A este paso acabaremos quedando como se dice vulgarmente ”en cueros”.
Actualmente el “secuestrado” Gobierno Foral, copiando al de la nación, está “progresando” sin prisa, pero sin pausa en llevar a Navarra “hacia la ruina económica y moral”.
La realidad es que Navarra, Marca-da por los socios del Gobierno, hace lo imposible por superarse en cada ejercicio, fiel al “ególatra mutante” que ocupa la Moncloa, y una muestra es no admitir una sola enmienda de la oposición. Inaudito.
Digo políticos “irresponsables” en el buen sentido del término, aunque opino que en su caso, sí son responsables de la persona que han puesto a “dedo” en un primer o segundo nivel, que permite la ley, en ministerios, consejerías, departamentos, organismos o agencias quienes son los primeros y directos responsables en estas de situaciones excepcionales.
No se puede pasar por alto el crédito de casi 4,5 millones de euros para enmiendas de EH-Bildu (“chucherías”) que consta en el apartado tercero del compromiso firmado.
La frase cuando se refiere al ejército de “no nos han llamado” que me ha llegado alma. Es una indignante muestra de lo que está ocurriendo en esta España.
Complicado y delicado es el cargo de secretario municipal, y también el tortuoso recorrido de estos profesionales, desde de mitad del siglo XX y XXI, y en concreto en los últimos cincuenta años, soportando los errores del Gobierno Foral, tras la suspensión de sus concursos y habilitaciones por parte de los diversos órganos judiciales.