Este conocido local del popular barrio de Pamplona era muy demandado por los clientes a primera hora de la mañana por su apertura cuando otros bares estaban cerrados.
"El cachopo fue un descubrimiento. Es lo que más me piden. También hago callos, ajoarrieros, estofados… Me gusta cocinar bien y se nota en la respuesta de la gente".
"En la barra nunca falta nuestra tortilla de patata con oreja, el ajoarriero casero con huevo, los pinchos de bacon y panceta, los callos, los morros o las cazuelicas", aseguran.
Su propuesta gastronómica mantiene las recetas de siempre con ingredientes de calidad. “Aquí todo es comida casera con buenos guisos", asegura el dueño.
Celebran bodas, comuniones y banquetes familiares, mientras que la cafetería con terraza y su jardín brindan un espacio más distendido para los clientes.
La propuesta nace de un nutricionista y llega de la mano de una de las hamburgueserías más asentadas en Pamplona y de un clásico proveedor de carne de potro de calidad.
A pesar de las grandes dificultades del inicio, la trattoria ha conseguido posicionarse entre las mejor valoradas de la capital navarra gracias a sus productos italianos.
El chef obtuvo el premio hace dos meses, junto al de mejor tratamiento de las verduras, y elabora un excelente menú para un restaurante en el que también triunfó su atención en sala.
El nuevo restaurante dispone de una carta variada, entre la que se incluyen hamburguesas muy completas con aros de cebolla, queso empanado o cerdo desmigado.