Celebran bodas, comuniones y banquetes familiares, mientras que la cafetería con terraza y su jardín brindan un espacio más distendido para los clientes.
La propuesta nace de un nutricionista y llega de la mano de una de las hamburgueserías más asentadas en Pamplona y de un clásico proveedor de carne de potro de calidad.
"El barrio valora nuestra apuesta histórica por un producto de calidad, por atender a la gente con amabilidad, honestidad y acertar", asegura el dueño.
El local, fundado en el año 1984 , pasó del abuelo al padre hace unos 5 años. Desde hace poco más de un año, el nieto también echa una mano en su especialidad.
Prevé abrir 3 locales más en 2025, alguno de ellos explorando la vía del franquiciado, y ya están buscando ubicaciones en ciudades como Madrid y Valladolid.
Destacan los fritos caseros de croqueta, gamba y pimiento. Las cazuelicas de ajoarriero, manitas de cerdo y callos, además de las ensaladas y las hamburguesas.