En el local se respira un ambiente familiar. “Más que clientes, somos familia. Todos los días vienen los mismos y cuando fallan, les echamos de menos", asegura.
La base de todo es la calidad: “Los pollos son navarros, producto local, de proveedores de confianza de toda la vida. No le echamos nada raro", aseguran.
El evento, celebrado en el restaurante La Hacienda de Mutilva, ha reunido a representantes institucionales, profesionales del sector hostelero, medios de comunicación y responsables empresariales.
Lo que comenzó como un reto profesional terminó convirtiéndose en un punto de encuentro para vecinos, visitantes habituales e incluso personas conocidas.
En el local se puede comprar café y utensilios para prepararlo en casa. Además se puede tomar una taza de esta bebida bien acompañada con dulce o salado.
El negocio no sigue un calendario fijo de ventas: “No tiene estacionalidad. Va por rachas, pero se va compensando. Gracias a Dios seguimos aquí", asegura.
Ubicado en la calle Santo Domingo, el emblemático restaurante sale a la venta por jubilación. Está completamente equipado, con cocina profesional, terraza y almacén en planta superior.
En plena campaña del espárrago de Navarra, Javier Pérez de Zabalza selecciona el mejor producto en el campo para servirlo directamente en su pequeña tienda.
En este tiempo ha recibido encargos de ayuntamientos, colegios, peñas y asociaciones, y ha impartido talleres familiares en pueblos y centros escolares.
Fundada en 1964 por un electricista de los de antes, que aprendió el oficio en Pamplona, el pequeño negocio abrió sus puertas en una de las calles principales del pueblo, junto a la iglesia.