El negocio no sigue un calendario fijo de ventas: “No tiene estacionalidad. Va por rachas, pero se va compensando. Gracias a Dios seguimos aquí", asegura.
Ubicado en la calle Santo Domingo, el emblemático restaurante sale a la venta por jubilación. Está completamente equipado, con cocina profesional, terraza y almacén en planta superior.
En plena campaña del espárrago de Navarra, Javier Pérez de Zabalza selecciona el mejor producto en el campo para servirlo directamente en su pequeña tienda.
En este tiempo ha recibido encargos de ayuntamientos, colegios, peñas y asociaciones, y ha impartido talleres familiares en pueblos y centros escolares.
Fundada en 1964 por un electricista de los de antes, que aprendió el oficio en Pamplona, el pequeño negocio abrió sus puertas en una de las calles principales del pueblo, junto a la iglesia.
Con más de 75 años de historia sigue siendo un templo de la cocina navarra con sus verduras de la huerta tudelana, carnes del Pirineo y pescados de las lonjas del norte.
Tras más de un siglo de historia, la emblemática tienda del Ensanche ha cerrado sus puertas con una emotiva despedida y una carta firmada por la bisnieta del fundador.
Gestiona entre 30 y 40 pedidos diarios para llevar, sin perder la esencia del trato cercano. "Eso sí, quien viene al restaurante es bienvenido", asegura.
Dicen que la suerte no se busca, sino que se encuentra. Y hay lugares donde parece instalarse de forma permanente. Uno de esos puntos mágicos está en un pequeño bar de un barrio popular de Pamplona donde el bullicio cotidiano convive con el inconfundible...
En los desayunos, la tortilla de patata con alioli es un éxito rotundo y se agota en minutos. "También nos encargan muchas tortillas para llevar", añade.